La localidad de Fermoselle se encuentra situada en el suroeste zamorano, en la comarca de Sayago dentro del Parque Natural Arribes del Duero, espacio natural de gran atractivo turístico por su belleza paisajística y por las distintas posibilidades de ocio que ofrece.
Esta preciosa y pintoresca villa ha sido milagrosamente preservada a través de las épocas, motivo por el que hoy día esta denominada por la Comisión de Patrimonio como Conjunto Artístico, Histórico, Cultural y Arquitectónico.
El Pueblo
La villa de Fermoselle data hacia atrás en el tiempo más de dos milenios a la época romana y prerromana. Las características topográficas de esta villa denotan estar poblada desde los tiempos más remotos, como prueba el ara druídica de tiempos celtas que nos muestra Cesáreo Fernández Duro en su obra «Historia de Zamora y Sus Provincias» o como evidencian las hachas de piedra encontradas, lo que hace suponerla ciudad prerromana (Ángel Cruz y Martín, El Romano Zamorano, Fernández Duro).
Hay diversos datos, muy antiguos, que se conocen sobre la población de la villa de Fermoselle y que van dejando las huellas de su longeva antigüedad. Entre ellos, algunos son documentos y otros, son datos históricos visibles que se muestran a través de la materialización de emblemáticas edificaciones históricas las cuales evidencian la gran capacidad de esta villa de absorber la historia y convertirla en parte de ella. Entre estas indelebles huellas históricas que marcan el largo pasar del tiempo están fuentes romanas, ermitas con perfiles arquitectónicos los cuales incluyen estelas romanas sepulcrales empleadas como materiales de construcción en los muros de la ermita del Cristo del Pino llegando afirmar renombrados historiadores (Ceán Bermúdez) como pruebas claras de haber sido esta población la «Ocellum Durii», «Ocella» u «Ocila».
Consta que en diciembre de 1205, estando Alfonso IX de León en tierras salmantinas, concedió a la diócesis de Zamora y a su obispo Martín y sucesores «todo lo que al rey pertenecía en la villa de Sayago llamada Fermoselle, territorio de Zamora, con su castillo y pertenencias, excepto los doce postores sujetos al fuero del concejo de Zamora», y que supuso la implantación de un nuevo señorío diocesano sobre esta villa, hasta entonces sometida solo a la potestad del monarca. El Señorío de Fermoselle estaba formado por la propia Villa de Fermoselle y tres aldeas: Pinilla de Fermoselle, Fornillos de Fermoselle y Cibanal,18 las cuales a su vez conformaban en lo eclesiástico la Vicaría de Fermoselle.19
El monarca tuvo que tener poderosas razones para mantener en Fermoselle una dualidad legal, consistente en el régimen común del concejo de la villa y en el estatuto particular para los doce postores concertados con el concejo de Zamora. Situación que enseguida dio lugar a posiciones antagónicas que quebraron la unidad ciudadana e hicieron sumamente difícil al prelado el gobierno común e incluso le impidió ejercer su potestad legisladora.
Durante la Edad Moderna, Fermoselle estuvo integrado en el partido de Sayago de la provincia de Zamora, tal y como reflejaba en 1773 Tomás López en Mapa de la Provincia de Zamora. En esta época, en el siglo XVI, su fortaleza fue plaza fuerte en la guerra de las Comunidades y bastión frente a la vecina Portugal, llegando a ser tomado durante la guerra de Restauración portuguesa por las tropas portuguesas en 1654. Asimismo, en 1557, a mediados del siglo XVI, existieron minas de hierro en las cercanías de la localidad.
Ya en la Edad Contemporánea, al reestructurarse las provincias y crearse las actuales en 1833, Fermoselle fue encuadrado en la provincia de Zamora, dentro de la Región Leonesa, integrándose en 1834 en el partido judicial de Bermillo de Sayago, dependencia que se prolongó hasta 1983, cuando fue suprimido el mismo e integrado en el Partido Judicial de Zamora.
¿Qué ver?
La Villa
La villa ha sido declarada conjunto histórico-artístico. El interior de la villa destaca por sus quebradas, estrechas y empinadas sendas. Las calles se deslizan tortuosas entre edificaciones que han mantenido el sabor popular, y se han levantado en armonía con su paisaje, sobre la roca granítica que como es casi imposible de horadar, se incorpora a las construcciones. Las calles, de evocadores nombres: el Guapo, la Amargura, el Portal o las Tenerías, se enlazan sinuosas, uniéndose en la calle Requejo, la que fuera corazón comercial de la villa. Esta vía, que cruza longitudinalmente el caserío va entrelazando las distintas plazas: la Fontanica, donde la gente iba a por agua, la plaza del Cabildo, junto a la iglesia y finalmente plaza Nueva o la plaza del Ayuntamiento, cogollo de la villa y lugar de celebración de todos sus grandes acontecimientos... hasta corridas de toros ha presenciado. Las calles de la Nogal y el Montón de Tierra, con sus fuertes pendientes y su empedrado típico en perfecta continuidad con las fachadas de las casas, son algunos de los rincones más sugerentes de Fermoselle. En ellas, los arcos de medio punto dejan paso a un entramado laberíntico de bodegas que fueron excavadas con esmero en casi todo el subsuelo de la villa. Es especialmente singular el aprovechamiento que se hace de los materiales rocosos. El granito, que aflora en cualquier parte, es empleado en cimientos y cierres. Varias iglesias y construcciones religiosas se dispersan por el pueblo, emergiendo sobre las ondulaciones del terreno, como la iglesia de Santa Colomba en el barrio del mismo nombre que durante años estuvo completamente separado de la villa antigua, la ermita de la Soledad, rica en detalles arquitectónicos, San Albín, y la Cruz, quizá un santuario precristiano; o la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
El Castillo
El castillo de Doña Urraca ocupa la parte más elevada del peñón sobre el que se asienta la villa, a modo de balcón sobre el río Duero. Fue destruido tras la rebelión comunera por lo que en la actualidad existen escasos restos de la torre del homenaje y algunas de sus antiguas dependencias. Numerosas piedras del castillo fueron reutilizadas en casas, muros y bodegas.
Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción
La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción es una construcción singular, con orígenes en el siglo XIII y estilo románico, que ha sido a lo largo de los tiempos objeto de numerosas transformaciones, conservando elementos y características de interés de cada momento histórico. Destacan las portadas meridional y occidental, de estilo transición románico gótico con interesante decoración escultórica, el atrio, abierto en el lado meridional del siglo XVI y la torre. Su interior también es testigo de las diversas etapas constructivas, de la alteración en el siglo XVI de su planta primitiva, hasta su configuración definitiva en el siglo XVIII, con la construcción de las cubiertas abovedadas y la cúpula de base ovalada sobre pechinas del crucero. Además, conserva un conjunto de bienes muebles y retablos de interés singular, que por su vinculación al inmueble, se incorporan a la declaración de monumento, como partes integrantes, pertenencias o accesorios.
La Dirección General de Bellas Artes y Archivos, por Resolución de 8 de julio de 1983, acordó incoar procedimiento de declaración de monumento histórico artístico a favor de esta iglesia. Con fecha 31 de octubre de 1984 la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, con fecha 23 de mayo de 2013 la Universidad de León y con fecha 17 de julio de 2013 el Instituto de Estudios Zamoranos Florián de Ocampo, informan favorablemente la pretendida declaración. Finalmente, la Junta de Castilla y León adoptó el acuerdo de declararla Bien de Interés Cultural con categoría de monumento el 26 de septiembre de 2013.
Iglesia de San Juan
Originariamente fue parroquia bajo la advocación de San Juan Bautista. Posteriormente se reconvirtió en ermita y en el siglo XVIII fue parte del convento de frailes franciscanos de la villa. Durante esta última época fue profundamente reformado, motivo por el que actualmente presenta pocos vestigios románicos originales. Tiene una cabecera rectangular, crucero, cúpula y nave única, esta última articulada en tres tramos cubiertos por bóveda de arista y separados por arcos de medio punto sobre pilastras. Se conservan restos de su fábrica románica originaria como en el costado sur de la nave, donde cegado entre sus muros se encuentra la portada original. También son románicos la cabecera —aunque de forma parcial—, el inicio de la nave hacia el crucero y varias hileras de canecillos como los mutilados del lado norte y los todavía visibles del lado meridional. También es de filiación románica el hastial del templo, aunque la espadaña ya es barroca.
Miradores
En Fermoselle existen varios miradores desde los que se pueden obtener unas amplias vistas panorámicas del Duero y de los arribes.
El «mirador del Torrejón» o de «El Torojón» es probablemente el mirador más emblemático de Fermoselle puesto que ofrece una imagen pintoresca del núcleo urbano. Consta de una pequeña explanada desde la se pueden observas amplias vistas del conjunto histórico-artístico de Fermoselle, en el que se destaca la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción junto a la torre del reloj del ayuntamiento, en la plaza mayor, y el cerro donde se asientan los restos del Castillo de Doña Urraca, los arribes al fondo y Portugal. Existen dos accesos, el más común es siguiendo la calle Peñas desde el número 77 puesto que el mirador se encuentra al final de esta calle, en el número 59. El terreno no cuenta con obstáculos, por lo que es accesible en silla de ruedas. El segundo acceso, quizás el más original, es por la calle Torrejón, previo acceso por unas pequeñas y estrechas escaleras realizadas en un saliente de la roca de granito sobre la que se sustenta la villa, motivo por el que su acceso es practicable exclusivamente a pie.
El «mirador del Castillo de Fermoselle» se sitúa en el cerro que domina la villa, en el lugar donde se emplazaba el Castillo de Doña Urraca y del que todavía hoy quedan algunos restos como lienzos de muralla en su lado meridional o la puerta denominada «la del Villar» o «el Arco» por conservar de ella el arco apuntado, desde los que se obtienen vistas panorámicas de los arribes del Duero y Portugal. La explanada, que cuenta con un jardín, está en propiedad privada por lo que la entrada es de pago. Para acceder a él se parte de la playa mayor, cogiendo la calle Antonio Regojo. Los peñascos sobre los que se asienta son conocidos como las «Cachas del Culo», por la forma que tienen. Para contemplarlos se puede acceder desde la CL-527, que rodea el municipio. Su acceso es complicado por la pendiente que existe, los paredones que hay que salvar y la frondosidad de la vegetación.
El «mirador de las Escaleras» es probablemente el más conocido del municipio junto al de El Torojón pues se enclava en un espacio natural de cierta singularidad. Está situado fuera del casco urbano de la villa, a unos 3 km de la misma. Se accede a través del camino de las Escaleras, durante el cual se deja a un lado la ermita de Santa Cruz y los restos de la antigua casa de los carabineros, encargados de la vigilancia de la frontera con Portugal y especialmente de la represión del fraude fiscal y el contrabando que existió en España hasta el año 1940, en el que fue integrado en la Guardia Civil.
Al «mirador de Las Peñas» se accede desde la calle del Corral de Concejo, permite una buena panorámica de Fermoselle, sus campos de cultivo y del arribe en general.
El «mirador de Los Barrancos» se encuentra en pleno casco histórico de Fermoselle, su orientación norte ofrece una panorámica distinta del paisaje del municipio, perteneciente al parque natural de Arribes del Duero, y de su entorno inmediato, la plaza de toros de la localidad y el barrio de Santa Colomba.
El «mirador del Terraplén» está situado en la calle del Terraplén, en las inmediaciones de la plaza mayor. Hay que acceder a él andando. Su orientación oeste permite vistas de los característicos bancales y de la parte sur del casco urbano, en la que se encuentra el Convento de San Francisco.
Fiestas y Romerías:
Fiestas
Sus fiestas principales se celebran el lunes de Pentecostés, Santa Cruz, la virgen de la Bandera, el 8 de septiembre y las fiestas en honor de san Agustín, la segunda quincena de agosto.
Romerías
La primera romería del año tiene lugar el martes de pascua, cuando los vecinos de Fermoselle veneran a San Albín y se desplazan a la ermita de su mismo nombre –aunque la actual titular del santuario es la Virgen de la Merced– para asistir a la celebración de una misa mayor y disfrutar de un baile popular. Una de las costumbres es el obsequio de huevos cocidos y hornazo con los que se agasaja a los asistentes.
La ermita del Cristo de Santa Colomba, situada en la zona alta de la villa, conocida como «Alto de Santa Colomba», también es lugar de culto y celebración en diversas fechas. La que congrega mayor público es el que tiene lugar el 14 de septiembre, cuando se celebran las fiestas del barrio fermosellano al que da nombre la ermita.35
La romería de Santa Cruz del Lunes de Pentecostés es fiesta mayor en Fermoselle. En ella se mezclan los ingredientes típicos de veneración religiosa, música folclórica y degustación gastronómica, a la que se suma el valor paisajístico por celebrarse en el arribanzo, donde se encuentra la ermita. La romería sale de la plaza Mayor de Fermoselle y se dirige a la ermita de Santa Cruz, donde se rinde devoción al Cristo del Pino. Esta imagen es objeto de la leyenda popular en la que se afirma fue recogida en el Duero, a la que fue lanzada por los portugueses, y es también objeto de la tonada popular «Venimos a Santa Cruz».36
La celebración de la Virgen de la Bandera tiene lugar en la iglesia del Convento, el 8 de septiembre, día de la Natividad de María. Durante esa jornada, los vecinos parten en procesión con la imagen hasta la parroquia, en un desfile encabezado por el estandarte como emblema, al que le sigue la efigie de Nuestra Señora. La imagen permanecerá en el templo parroquial hasta por la tarde, en la que es devuelta al santuario.
Encierros
De gran tradición son los encierros de Fermoselle, cuya fama ha trascendido los límites comarcales y provinciales. El itinerario parte de los corrales situados en San Albín, a las afueras de la villa, y finalizan en la Plaza Mayor. Consta de varios encierros, todos ellos celebrados en las fiestas patronales, en honor de san Agustín. Estos encierros ya están datados desde el año 1523.
Rutas:
https://es.wikiloc.com/rutas/senderismo/espana/castilla-y-leon/fermoselle
Dónde Comer y Beber
Dónde Dormir
Casa Rural de Alquiler
Calle Alto de Santa Colomba 270
49220 Fermoselle
606313282 606313280
Hotel Rural
c/ Isidro Cabezas 2
49220 Fermoselle
980614017 651832547
Casa Rural de Alquiler
Calle Alfredo Díez Marcos 46
49220 Fermoselle
699267389
Carretera Zamora A Fermoselle Km 56
49220 Fermoselle
980614140 923129400